Queridas golondrinas!

Desde comienzos de la primavera y acompañándonos todo el verano, unas simpáticas criaturitas se posan en los cables, barandas, alféizares, son las preciosas golondrinas (Hirundo rustica).
Unas aves migratorias, que viven durante el invierno en el hemisferio sur, y vuelven a reproducirse al norte en primavera verano.

Sus nidos frágiles, son auténticas obras maestras, colgados bajo las cornisas de los tejados, donde crían a sus polluelos hasta que aprenden a volar.

 Al amanecer y a primeras horas de la mañana, les encanta juntarse entre ellas a chismorrear, canturrear y alborotar. Son el dulce sonido de la primavera, que alegra los oídos amables.

 Su bella silueta es un maravilloso espectáculo durante las horas más frenéticas, en las que vuelan sin cesar, cazando pequeños insectos con los que alimentar a sus pollos.

Son la alegría cuando llegan, traen el buen tiempo, los días largos...
Son la tristeza cuando se van, pues anuncian el frío, las largas noches y la ausencia de su alegre cantar.

Pero como dice la rima de Bécquer::

Volverán las oscuras golondrinas

en tu balcón sus nidos a colgar,

y otra vez con el ala a sus cristales

jugando llamarán.